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  • Foto del escritorNéstor Solís Valdés

ASUNTOS PÚBLICOS FRENTE A LOS PROCESOS ELECTORALES



Más de 2 mil millones de personas acudiremos a las urnas en 50 países para elegir a quienes nos gobernarán por los próximos años. El año 2024 no sólo será un gran año para la democracia, sino que tendrá una gran influencia en la geopolítica y las políticas en los años que vienen.

 

Para las empresas, las elecciones crean nuevos desafíos y oportunidades; pero también incertidumbre y riesgo. Deben prepararse para la evolución de las agendas políticas, rotación de los actores políticos y cambios en las prioridades gubernamentales. Por lo tanto, requerirán de  una constante vigilancia y una gestión eficaz de lo público y lo político.

 

Las elecciones a menudo pueden conducir a agendas de reformas radicales y decisiones políticas que pueden alterar la forma en que se regula un sector. Si bien un gobierno puede favorecer un entorno empresarial menos restringido, la administración sucesora puede abogar por un enfoque más intervencionista. Cualquiera que sea el resultado, en última instancia tendrá un impacto en las prioridades y objetivos comerciales de una organización.

 

Este año, las funciones de asuntos públicos serán cruciales para guiar a las organizaciones a través de los cambios políticos y electorales, mitigando riesgos y gestionando impactos.


En primer lugar, durante el periodo previo a las elecciones, las funciones de asuntos públicos podrían influir en los programas y políticas propuestas por los candidatos. Es importante que las empresas se presenten como colaboradores genuinos participando en la formulación de políticas que afecten sus intereses y proponiendo iniciativas que beneficien tanto a sus operaciones como a las comunidades locales.

 

En segundo lugar, las funciones de asuntos públicos desempeñarán un papel crucial al ayudar a las empresas a planificar escenarios, anticipando posibles resultados electorales y comprendiendo su impacto en la organización. Más allá de depender únicamente de encuestas, de quién va arriba o abajo en la preferencia de voto, se sugiere analizar y comprender el contexto desde la inteligencia política, considerando todas las posibles situaciones para permitir una preparación integral ante cualquier cambio.

 

En tercer lugar, los planes de gobierno ofrecerán oportunidades adicionales para la intervención en asuntos públicos. Comparar y analizar las propuestas de cada candidato desde perspectivas políticas y jurídicas es crucial para entender cómo las empresas pueden adaptarse. Identificar puntos en común en políticas relevantes y explorar oportunidades de colaboración.


Finalmente, los primeros 100 días, además de ser un periodo de evaluación el rumbo y desempeño de una nueva administración, es también una oportunidad para que las empresas establezcan relaciones con partes interesadas políticas clave.

 

Más que nunca, las funciones de asuntos públicos son vitales para integrar el entorno político externo dentro de las organizaciones. Una comprensión profunda de este entorno permite a las empresas gestionar cambios de manera efectiva e influir en los tomadores de decisiones.

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